OPINIÓN

Jugar a ser Benito Juárez

Germán Martínez Cázares EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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El Presidente quiere ser Benito Juárez, juega a que nació en Guelatao, Oaxaca. Por eso se pelea con la Iglesia Católica. Igual al despotricar contra Estados Unidos y abrazar a dictadores latinoamericanos, se imagina como un nuevo "Benemérito de las Américas". Recorre el país en su carruaje como si fuera el gobierno itinerante y acosado del primer presidente zapoteca. Inventa cada día una nueva intervención francesa con sus enemigos imaginarios. Utiliza el águila juarista para su partido y para la Guardia Nacional, defensora, entonces, de la Constitución de 1857. Viaja a Oaxaca, ataca a España igual que a los obispos y curas, ¿acaso venganza por aquel pasado? Jugar a ser Juárez, sin respetar el derecho ajeno, es jugar con fuego.