OPINIÓN

Juicio a medianoche

Jorge Ramos Ávalos EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Era medianoche en Washington y el juicio seguía. El congresista demócrata Adam Schiff se quejaba amargamente de la hora y de que muchos estadounidenses ya estaban durmiendo a pesar de la enorme importancia del tema. Pero por una improbable combinación de jet lag, cansancio excesivo y un dudoso sentido del deber, yo estaba sobre mi cama en un hotel de San Francisco, California, a las nueve de la noche tratando de seguir, entre cabezazos, el primer día del juicio de destitución del presidente Donald Trump.