Nací en 1964, desde temprana edad me enseñaron que los logros no caen del cielo, que no debería esperar a que me regalaran nada. A los 5 años entre a la primaria del Colegio Simón Bolívar, con más de 50 alumnos; al final del curso se entregaban tres medallas, una de excelencia a los mejores promedios, una de honor por disciplina y una de vales, que premiaba a los que más acumulaban estas tarjetitas se entregaban durante el año por méritos.