OPINIÓN

La indignación patriótica

Juan Villoro EN REFORMA

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Se cumplen diez años de la muerte de Carlos Monsiváis y confirmamos lo que sabíamos desde un principio: es insustituible. Experto en lo culto y lo popular, árbitro del gusto contemporáneo, cronista non stop, coleccionista que salva piezas del naufragio, adalid de la izquierda y crítico de sus excesos, autoproclamado "doctor honoris causas perdidas", erudito autodidacta, Monsiváis fue el torrencial intérprete de un país donde la tradición se improvisa a diario y las certezas son provisionales.