OPINIÓN

¿Le has visto?

Eduardo Caccia EN REFORMA

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Son casi las 7 de la mañana del sábado 16 de febrero, ella llega a la estación del Metro Tacubaya, quizá le dolía el brazo o se sentía desorientada, sabe que algo no está bien pero sigue caminando. En los andenes se desvanece y queda en el suelo. Cuatro elementos de la policía la cargan en camilla y la llevan a la oficina del jefe de estación (quiero pensar que se trata de una oficina equipada para atender emergencias médicas, digamos, algo como una enfermería en donde al menos una persona tiene la capacidad de administrar primeros auxilios). Tres horas después la mujer sale arrastrada por cuatro policías. No puede sostenerse por sí misma, la cabeza de lado, las piernas líquidas. Un quinto elemento policiaco escolta el arrastre lento y parece que le carga la bolsa a la mujer que ha sido diagnosticada con estado de ebriedad. Es abandonada afuera de la estación, depositada como bolsa de basura en la base de las escaleras. Decenas, cientos de personas la verán ahí, tirada, como despojo, las siguientes horas.