OPINIÓN

MIRADOR / Armando Fuentes Aguirre EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Ya hacía tiempo que San Virila no veía bien. Las cosas se le borraban en los ojos como si fueran de agua y alguien la agitara. Rezó pidiéndole al Señor que lo curara, pero quizá el Señor quería que viera más hacia dentro que hacia afuera, el caso es que no lo curó.