OPINIÓN

Notre Dame

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Y vaya que fue todo un drama, no nada más para los parisinos y los franceses, sino para el mundo entero, ver a Nuestra Dama de París abrazada por las flamas. Tanta historia no podía convertirse en una montaña de cenizas, de uno de los monumentos más emblemáticos de París. Como muchos turistas de todas partes del mundo, fui a Notre Dame, muchas veces. Más que a la catedral en sí; fui a rezarle a Virgen de Guadalupe, cuya capilla se encuentra en una de las laterales, por cierto la más visitada y la única que siempre tiene flores frescas. Fui rogarle para que aprobara mis exámenes de francés, fui a suplicarle para que mi novio parisino de entonces se casara conmigo; fui a pedirle por la salud del abuelo de mis hijos y por último, fui a implorarle para que ganara nuestra Selección en el Campeonato Mundial de Futbol. En algunos casos la guadalupana me hizo el milagro y en otros no. Sin embargo, cada vez que visito París, procuro visitarla y pedirle por México. Celebro que a pesar del incendio siga la virgen allí en su capilla rodeada de viejas piedras. Ahora le pediría que se reúnan muchos fondos para la reconstrucción.