OPINIÓN

VOTO24. Opinión

Ojos internacionales en la democracia

Erika Estrada Ruiz EN REFORMA

2 MIN 30 SEG

08 mayo 2024

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En octubre de 1958, el dictador cubano Fulgencio Batista intentó legitimar elecciones en su país con observación internacional. Ante el declive del apoyo estadounidense, la presión para celebrar elecciones y una creciente amenaza de las fuerzas revolucionarias dirigidas por Fidel Castro, Batista se vio obligado a programar los comicios para el mes de noviembre. Prometió que no volvería a postularse e invitó a observadores de la ONU y la OEA. Ambos organismos se negaron y las elecciones fueron ampliamente desacreditadas, pasando a la historia como una farsa. Batista renunció y huyó al exilio. No sólo conocemos el impacto significativo que ha tenido esta historia en la política de la región, sobre el mantenimiento de nuestras democracias, sino que se trata del antecedente quizás más relevante de observación en nuestro continente.