OPINIÓN

Los sistemas parlamentarios son excepcionales en un aspecto: le impiden al líder político controlar la escena

Parlamentos

Luis Rubio EN REFORMA

4 MIN 30 SEG

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Angela Merkel inició su discurso como lo hubiera hecho cualquier presidente o jefe de gobierno: con aplomo y claridad de mensaje; pero lo que siguió en nada se parecía a los discursos presidenciales típicos. Era un congreso internacional en Berlín hace diez años; el partido gobernante, el Democratacristiano, había prestado su sede para la realización del evento y la canciller fue la oradora una de las tardes del congreso. Concluido su discurso comenzaron las preguntas y la oradora no evadió una sola: con absoluta ecuanimidad iba de una a otra; cuando el tono o la complejidad de las preguntas se elevaba, ella respondía con intensidad. Los sistemas parlamentarios son muy distintos a los presidenciales, que protegen a los jefes de Estado. No así los parlamentos, donde los líderes políticos debaten a diario todos los temas, enfrentan cuestionamientos -igual razonables que viscerales- que los obligan a defender su causa y rebatir a sus contrarios. Para los líderes parlamentarios no hay cuartel.