Unas células inmunitarias con una función única: los linfocitos T reguladores, conocidos como "Treg". Para comprender su función, hay que recordar la doble misión del sistema inmunitario. 

Éste debe detectar lo que no funciona bien en el organismo, por ejemplo, una infección por un virus, y destruir la causa. Pero el cuerpo no debe volverse contra sí mismo y eliminar células sanas.

Si es capaz de distinguir a las células sanas de los microbios en gran medida es gracias a los linfocitos T reguladores, que permanecen a la espera en el organismo para mantener a raya la respuesta del sistema inmunitario, si ataca lo que no debe.

El funcionamiento de las células Treg fue descubierto en dos etapas: primero en los años 90, el japonés Sakaguchi estableció su existencia, luego, a principios de los 2000, los estadounidenses Brunkow y Ramsdell detallaron sus fundamentos genéticos.

Los linfocitos T constituyen una de las dos grandes familias de células inmunitarias junto con los linfocitos B. Mientras que los B actúan a través de anticuerpos, los T atacan directamente a los intrusos en el organismo.

Las Treg son generadas por el timo, un pequeño órgano situado en la parte superior del tórax. Durante su creación, se les enseña a no atacar a las células sanas.
Pero esta etapa no es suficiente: a pesar de esta primera selección, los linfocitos T se descontrolarían rápidamente si no contaran, entre sus propias filas, con un contingente destinado a controlar la acción de sus semejantes.

"Estos linfocitos reguladores secretan sustancias que calman el sistema inmunitario inhibiendo los linfocitos asesinos", explica Divi Cornec, inmunólogo del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia.

Sakaguchi se mostró sorprendido en rueda de prensa en Osaka, Japón, porque pensaba que cualquier reconocimiento importante dependería de más avances en el desarrollo del hallazgo.

"Solía pensar que llegaría algún tipo de recompensa si lo que hemos estado haciendo avanzara un poco más y llegara a ser más benéfico para las personas en entornos clínicos", dijo el científico.

A través de una llamada telefónica, Shigeru Ishiba, Primer Ministro japonés, le preguntó por la eficacia que tendría la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer en el futuro.

"Creo que llegará el momento en que el cáncer dejará de ser una enfermedad temible y se convierta en una enfermedad curable", respondió el galardonado.

Tras anunciar a los galardonados, Thomas Perlmann, Secretario del Comité Nobel de Medicina del Instituto Karolinska, indicó que, aunque aún no se ha autorizado la comercialización de terapias específicas, actualmente se realizan más de 200 ensayos en humanos con células T reguladoras.

El descubrimiento de los tres científicos resulta también crucial para comprender las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario se vuelve contra el organismo.

"En enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple, se ha descubierto que un defecto en los linfocitos T reguladores provocaba una enfermedad más grave", dice Divi Cornec, inmunólogo del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia.

Pero el hallazgo de estas células tiene un alcance que va más allá de estas patologías.

Las células Treg no sólo perjudican al organismo cuando no están suficientemente presentes, también pueden tener un impacto en él si resultan demasiado eficaces e impiden que el sistema inmunitario desempeñe su función legítima.

Éste es el caso de algunos tipos de cáncer, en los que se detecta un gran número de linfocitos reguladores en los tumores. También se sospecha que existen mecanismos similares en la persistencia de algunas infecciones, como el Covid prolongado.

"En otro ámbito, los linfocitos T reguladores desempeñan un papel crucial en la prevención del rechazo de los órganos trasplantados", señala Cornec.

Muchos investigadores intentan ahora desarrollar medicamentos a partir de los conocimientos sobre los linfocitos T reguladores.

Para combatir las enfermedades autoinmunes, como el lupus, siguen dos vías principales: estimular la producción de estas células en el organismo o administrarlas directamente. En oncología también se realizan investigaciones para atacar el exceso de células reguladoras.

En general, estas investigaciones se encuentran aún en una fase precoz.

"Existe una gran brecha: por un lado, comprender científicamente nuestro sistema inmunitario o manipularlo en el laboratorio y, por otro, desarrollar un medicamento que tenga un efecto constante y benéfico en el ser humano y que, al mismo tiempo, sea seguro", dice Jonathan Fisher, inmunólogo de la University College de Londres.

Con información de Reuters y AFP

Conoce a los tres investigadores ganadores del Nobel de Medicina 2025: 

Inmunólogo y Doctor en Microbiología e Inmunología por la Universidad de California en Los Ángeles. Es asesor científico en Sonoma Biotherapeutics, empresa biotecnológica con sede en San Francisco.

Bióloga molecular genética e inmunóloga. Es Doctora en Filosofía por la Universidad de Princeton y trabaja como gerente de programa senior en el Instituto de Biología de Sistemas de Seattle. 

Inmunólogo con doble Doctorado en Medicina y Filosofía por la Universidad de Kioto. Ejerce como profesor distinguido en el Centro de Investigación Fronteriza en Inmunología de la Universidad de Osaka. 

- Los galardonados en Medicina son seleccionados por el Comité Nobel de la universidad médica sueca Instituto Karolinska.

- Los premiados reciben 11 millones de coronas suecas (1.2 millones de dólares) y una medalla de oro entregada por el rey de Suecia.

- Los premios se instituyeron en el testamento del sueco Alfred Nobel (1833-1896), empresario e inventor de la dinamita. 

- De acuerdo con la tradición, la primera categoría en anunciarse es Medicina. Seguirán los Nobel de Física (hoy), Química (mañana), Literatura (jueves), Paz (viernes) y Economía (lunes).

- La ceremonia de premiación será el 10 de diciembre, aniversario luctuoso de Nobel.