¡Prepárate para fin de año con vinos de Wellnex!

Lo primero es realizarlo a manera de contraste, equilibrando el poder de los platillos con el de los vinos, no necesitas ser un experto; sin embargo, tienes que tomar con cautelosa calma los niveles de acidez en el plato, así como la untuosidad, que puede quebrar los elementos grasos. 
Lo mismo en los vinos, analiza su nivel de acidez, a la vez que también su volumen de alcohol y, por supuesto, cuerpo completo. Si es en un tinto, los niveles de taninos, que son estructurales, con untuosidad y textura, y si hay un blanco, tiene densidades que pueden ser de distintos pesos.

Lo clásico sería con un queso azul o gorgonzola; sin embargo, al hacer estos maridajes más extremos puedes llevar a cabo el dulzor con la sequedad total y mineralidad, sensaciones yodadas y hacer un equilibrio, incluso con camarones gigantes y una mayonesa básica, puedes usar vinos de postre o con azúcar residual, como un cabinet en la categoría alemana: el Berg Schlossberg Kabinett, de la bodega Wegeler.

Mestres Coquet es idóneo, pues es refrescante, lúcido, con un perlado muy intenso a la vista y en el paladar; una efervescencia sutil, complejo y untuoso, al mismo tiempo. Da notas de lima, lima kéfir, manzana amarilla, ligeramente cítrico y elegantísimo en el post gusto.

Ya sea adobado, aciruelado o con salsa de manzana, acompáñalo con blancos; muchos solo prefieren tintos, pero va bien con la uva Riesling. 
El vino alemán es fantástico porque cuando tiene azúcar residual o son semidulces queda perfecto; tiene características de albaricoque, durazno e, incluso, puede llegar a tener notas florales de acacia y mucha profundidad mineral.
Para los que prefieran tintos, algo suave y con fruta, como el Russian River Valley de Wiliams Selyem, que es un productor de Sonoma, California, cuarto vino del mundo por Wine Spectator. Un Pinot Noir con un toque de barrica elegante, le otorga notas de ciruela negra, cereza y un fondo de cedros.

Lo recomiendo con un vino de Portugal, porque es parte de su cocina regional, como el Quinta Das Cerejeiras Reserva D.O.C. Óbidos. 
Es blanco, con tres variedades de uva: Chardonnay, Vital y Arinto; trae barrica de roble francés bastante dominante; es cremoso,  mantequilloso en el paladar y, en la nariz, presenta un carácter floral, que va hacia la manzana y vainilla, por el uso del roble.

Es uno de los platillos más complejos, porque tiene elementos herbáceos, mole y camaroncitos. Con un plato así, pon un vino con burbujas, pues el espumoso es infalible; características que pueden ser muy refrescantes, con mucha fruta como el cava Mestres Visol.

A las cremosas y derivadas, les queda el Pinot Noir y uvas tintas que sean de carácter medio a completo, como el mexicano Teziano de Norte 32. 
Algunos hacen lasagna, otros espagueti o carne molida, pero son derivados de estructura media y densidad, van con vinos como el Teziano o con el Redes, de Casa Zamora, un syrah 100 por ciento con barrica francesa, profundidad total y más ahumado, con notas a cerezas negras, marrasquino y, en boca, una estructura completa de taninos firmes, perfecto para pastas másarmadas como pappardelle, con ragú de cordero o jabalí, ravioles rellenos de burrata con salsa de parmesano reggiano con salvia.

Mucha gente hace ensalada de manzana, pastel de frutos secos, buñuelos o churros. Todos estos tienen un común denominador, algunos traen fritura, sensación de fruta seca y estructuras muy potentes en azúcar, que van con un Riesling alemán, que ya trae dulzor potente, como el Frühlingsplätzchen Riesling Spätlese 2023 de la bodega Emrich-Schönleber: dulce, exquisito, pero con acidez. 
Si quieres algo elegante, recurre a un espumoso, como Mestres Rosat Brut Gran Reserva, pero que lo diferencía que es acerezado, con más moras, refrescante y en boca refleja esta fruta diferenciada contra sus hermanos blancos.

Mestres es una bodega fundada en 1312 y la productora más histórica de la región de Sant Sadurní d'Anoia, por la calidad en la ejecución en los vinos de cava, el cual es perfecto para el brindis porque usa tres variedades clásicas de la región: Xarel·lo, Macabeo y Parellada, todos son Gran Reserva.