Se estima que hay unos 440 mil adolescentes australianos de entre 13 y 15 años en Snapchat. En Instagram, 350 mil de ese grupo de edad son usuarios activos, y en TikTok, 200 mil. Incluso Facebook -que no está precisamente en el centro del espíritu de la Generación Alpha- reporta alrededor de 150 mil.
A partir del miércoles, se supone que esas cifras cambiarán drásticamente bajo una ley histórica que exigirá que los usuarios en Australia tengan al menos 16 años para tener cuentas en esas plataformas y en otros servicios de redes sociales.
La implementación de la ley, con todos sus ajustes e inconvenientes, será observada de cerca por padres, investigadores y funcionarios gubernamentales de todo el mundo. La experiencia de Australia podría servir como modelo para autoridades de otros lugares -incluidos Dinamarca, la Unión Europea y Malasia- que planean imponer restricciones similares, o como una advertencia sobre los posibles riesgos.
Así es como se espera que funcione la ley.