OPINIÓN

Pronósticos fallidos = a mayores Políticas inapropiadas

GLOSAS MARGINALES / Everardo Elizondo EN REFORMA

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El banco central de Estados Unidos, el Fed, se estableció en 1913, con el propósito expreso de vigilar y estabilizar el sistema bancario, propenso a las crisis. A juzgar por lo sucedido en la Gran Depresión de los treinta del siglo pasado, y en la Gran Recesión de este siglo, la institución no ha cumplido con dicho cometido en forma, digamos, estelar. En 1977, el Congreso le encomendó la tarea dual de procurar el máximo empleo y la estabilidad de los precios. Tampoco en este doble encargo el desempeño del Fed ha sido precisamente ejemplar. Las razones de dichas fallas han sido muchas y muy variadas, y su consideración escapa al ámbito de un artículo como este. En lo que sigue, me ocupo sólo de tratar un tema relacionado: la conexión entre cierto tipo de pronósticos y su relevancia para el diseño y la ejecución de una forma de política económica: la monetaria. Empiezo con una breve reflexión, que creo pertinente.