OPINIÓN

'Provocadoras'

Denise Dresser EN REFORMA

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Sí, estamos enojadas. Sí, echamos diamantina. Sí, rompemos puertas y hacemos pintas. Porque todos los días alguien mata a una mujer, alguien viola a una mujer, alguien acosa a una mujer, alguien discrimina a una mujer. Marchamos y gritamos y denunciamos para que todos los gobiernos, a todos los niveles, entiendan que tenemos derecho constitucional a manifestar nuestro descontento con un país que trata a la mitad de su población a puntapiés. Nuestro enojo nace de la desesperación, del control de nuestra narrativa por los hombres o la política o el poder o los asesores de Claudia Sheinbaum que no entienden que no entienden. Nuestra rabia deviene de la desesperanza ante quienes ignoran lo que nos sucede en las casas y en las calles, en las patrullas y en las pantallas, en el Metro y en los medios. Ser mujer en México es vivir en peligro permanente. Ante eso no nos pidan decoro. Ante eso no nos exijan portarnos bien. Ante eso, reaccionen.