Reforma Eléctrica, a buscar acuerdos
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Hans Kohlsdorf*
En el 2021 el tema de los cambios a las leyes de outsourcing generó grandes desencuentros entre el gobierno y la iniciativa privada. Sin embargo, bajo el liderazgo de la Coparmex se logró iniciar un diálogo que finalmente llevó a un acuerdo que corregía los principales defectos del sistema anterior y representó para todos los involucrados una clara mejora.Ahora ha llegado el momento de plantear posibles cambios al texto de la reforma eléctrica propuesta e incluir ajustes no constitucionales para actualizar y mejorar la Ley de la Industria Eléctrica actualmente vigente.
Dejemos de concentrarnos sólo en unos pocos temas imposibles de ser implementados: la retroactividad, la expropiación de facto y la desaparición de los órganos reguladores, la CRE y el Cenace.
Innovación:
Las tecnologías de generación cercana al consumidor y la de redes de transmisión y distribución han avanzado mucho estos últimos años. La nueva legislación debe promover la generación en sitio, facilitar la entrega de excedentes al mercado e incrementar los requisitos de calidad de esta energía para así fortalecer el sistema eléctrico nacional. Las normas de calidad deben llevar a que en el sector privado tengamos que implementar, por ejemplo, micro redes inteligentes y baterías. Las tarifas actuales se deben adaptar y comenzar a cobrar por el respaldo implícito que brinda actualmente el sistema eléctrico.
Despacho Centrales de Respaldo:
Nuestro sistema eléctrico requiere de un respaldo considerable que hoy brindan centrales antiguas y poco eficientes. Los dueños de estas centrales, principalmente la CFE, deben poder cobrar por el respaldo que brindan y no estar forzadas a realmente despachar para poder cobrar y recuperar sus costos. El costo de este respaldo lo debemos asumir todos los participantes del mercado eléctrico. El mercado de balance de potencia y la garantía de suficiencia de ingresos para generadores no solucionan adecuadamente el costo de la disponibilidad. Al enfrentar el costo real del respaldo el sector privado responderá con inversiones para aminorar estos cargos y estas mismas inversiones reducirán nuestros requerimientos de respaldo. Al mismo tiempo disminuiríamos el uso de centrales contaminantes.
El esquema de despacho por mérito, según el costo marginal de generación se debe mantener. Pero el impacto de este esquema sobre los precios marginales locales, el PML, es susceptible de ser mejorado. Sobre todo para reducir los impactos al alza "excesiva" de estos, si las centrales de respaldo obsoletas y caras estuvieran marginando en vez de ser despachadas "fuera de mérito" como ocurre actualmente. Se puede implementar un precio tope de los PML por tecnología de forma similar al precio tope que se aplica al mercado de potencia.
Contratos de generación legados, mal llamados autoabastos:
Muchos generadores y consumidores ya están tratando de migrar de forma voluntaria del antiguo régimen de "autoabasto" al nuevo mercado eléctrico y están dispuestos a asumir los costos asociados a esta migración. La nueva reforma debe facilitar esta migración.
Para todas las demás centrales legadas se deben buscar mecanismos de migración respetando los contratos y permisos vigentes actualmente.
No debemos subestimar la gran cantidad de usuarios industriales que desea implementar la reforma energética del año 2014 y dejar de regirse por las leyes de los años 90s.
Participación de la CFE en generación:
Si la CFE puede asegurar ingresos adecuados para sus plantas de respaldo desaparece la necesidad de despacharlas con un costo de operación alto. Los ahorros por no despachar centrales caras los puede aprovechar para invertir en modernas plantas de generación y en la mejora de las redes de distribución. La determinación de un porcentaje de generación mínima para la CFE se puede mantener, pero se debe especificar:
¿El monto se refiere a la generación real en MW hora anual o a la capacidad disponible en MW de potencia?
Debe especificar un periodo: por ejemplo un año calendario. El porcentaje aplicado rigurosamente en cada momento es imposible de mantener.
Para mantener la competencia en el mercado eléctrico, además de asegurarle al sector privado en general una participación mínima, a nivel empresa individual, esta participación se debe limitar a un máximo del 5 por ciento o 10 por ciento de participación en los mercados de generación o de suministro. Se debe buscar evitar a toda costa replicar en el sector eléctrico las estructuras oligopólicas tan comunes en muchos sectores de la economía, por ejemplo en telecomunicaciones.
Transición Energética y reducción de emisiones:
Las nuevas regulaciones deben asegurar un crecimiento robusto en la generación limpia e incrementar los requisitos de consumo de estas energías. Para ello se requieren varios cambios normativos:
La generación intermitente, tanto en techos residenciales como en centrales de generación, debe cumplir altos estándares técnicos, las baterías son apenas un ejemplo para asegurar la entrega de energía de buena calidad.
Se debe promover la entrega al mercado de excedentes eléctricos provenientes de centrales de cogeneración. Prohibir estas entregas ocasiona un daño fuerte a empresas del sector agroindustrial y representa un desaprovechamiento de la gran infraestructura de distribución de gas natural existente en el país. Además, promover el uso de calderas en vez de motores y turbinas para generar energía térmica representa un regreso a tecnologías obsoletas.
Si se asignan CELs a centrales limpias antiguas, se deben en forma paralela incrementar los requisitos de consumo de energías renovables para seguir contando con este importante mecanismo de fomento a nuevas fuentes de generación. Mecanismo que por cierto ya no afectaría las finanzas de CFE.
Nuevo esquema tarifario:
Muchos de los temas que se discuten actualmente en el marco constitucional se pueden resolver mediante la modernización de las estructuras tarifarias. Estas ofrecen mucha más flexibilidad en sus ajustes y permiten incorporar nuevas tecnologías y soluciones.
Con excepción de las tarifas residenciales y de mini Pymes que incluyen importantes subsidios, todos los demás costos del sistema eléctrico deben ser asumidos por el sector eléctrico y NO por el Presupuesto de la Federación.
Las nuevas tarifas deben incluir:
Un cobro a los usuarios y un pago a los generadores por el respaldo que ofrece el sistema eléctrico nacional a todos los participantes del mercado.
Un claro recargo para todos los generadores y consumidores que entregan o consumen energía de "mala calidad" y una bonificación a aquellos que invierten en el cumplimiento del código de red y en otros esquemas de mejora de la calidad.
Deben favorecer, no solo a través del cobro de la tarifa de distribución, a aquellos generadores y consumidores que evitan grandes fluctuaciones y entregan / consumen energía de forma predecible y confiable.
Permitir la libre negociación de condiciones entre empresas del sector privado que cuenten con un tamaño suficiente para tomar decisiones educadas y asumir riesgos implícitos de contratos de cobertura.
Cada vez más, tanto los consumidores como los países están exigiendo a la industria el reemplazo de energía proveniente de fuentes fósiles por energía limpia. Probablemente este mismo año estaremos viendo los primeros aranceles punitivos para los productos que utilizan energía fósil en sus procesos industriales. México exporta más que todo el resto de América Latina sumada.
La sola industria automotriz, ensambladoras y autopartes exportan más de 120 mil millones de dólares al año y generan un millón de empleos directos. Nuestras nuevas leyes y normativas para el sector eléctrico deben apoyar esta transición a generación limpia, para que nuestra agricultura, industria y servicios puedan liderar esta tendencia y aprovechar las nuevas barreras arancelarias y no arancelarias que están protegiendo a bienes y servicios producidos de forma sustentable.
Igualmente México debe establecer barreras arancelarias a bienes y servicios importados producidos con energías sucias y así crear nuevas oportunidades de inversión en México para el reemplazo de estas importaciones.
La electricidad por sí sola es un servicio al cual todos debemos tener acceso de forma segura y competitiva. En este sentido es de relevancia estratégica y vital importancia para México, colocarse a la vanguardia tecnológica y ambiental; si no lo hace, la energía pasa de ser un área estratégica a ser un lastre que va a frenar el desarrollo del país durante las siguientes décadas.
*Director de Energy to Market
Hora de publicación: 05:00 hrs.