En el corazón del Índico, las islas Maldivas encarnan el romance tropical. Bungalows flotantes, atardeceres que tiñen el horizonte de rosa y cenas bajo estrellas definen su esencia. Las parejas pueden practicar esnórquel entre arrecifes coralinos, recibir masajes sobre el mar o navegar en dhonis (embarcación tradicional) al atardecer.
Con más de mil islas y una belleza natural intacta, este archipiélago es sinónimo de privacidad, lujo y calma. El refugio perfecto para lunas de miel y escapadas donde el tiempo parece detenerse.
Cartagena de Indias, en Colombia, combina historia, ritmo y sensualidad entre murallas doradas por el sol. Las parejas acostumbran recorrer calles empedradas cubiertas de bugambilias, descubren plazas llenas de música y brindan frente al mar en Getsemaní.
En el centro histórico, hoteles boutique en antiguas casonas coloniales ofrecen intimidad y encanto. Un paseo en coche de caballos al atardecer o una cena sobre la muralla bastan para entender por qué esta ciudad se ha vuelto símbolo del amor latinoamericano.
Entre canales, torres y fachadas de cuento, Brujas, en Bruselas, parece creada para el amor. Las parejas navegan por sus canales o pasean por el Minnewaterpark, conocido como el "Lago del Amor", donde los cisnes simbolizan fidelidad eterna.
Chocolaterías artesanales y cafés junto al agua invitan a quedarse más tiempo, mientras las campanas de la torre Belfort marcan el ritmo del día. Con su arquitectura gótica y luces cálidas, la ciudad ofrece el escenario ideal para una escapada romántica en invierno o primavera.
Rodeada de los océanos Atlántico e Índico, así como montañas, Ciudad del Cabo seduce con su mezcla de naturaleza, vino y cultura. Desde
la cima de Table Mountain, los atardeceres parecen eternos, mientras que en Camps Bay y Clifton Beach, las parejas pueden disfrutar de cenas frente al mar con el horizonte africano de fondo.
A pocos kilómetros, las rutas vinícolas de Stellenbosch y Franschhoek ofrecen catas en viñedos y hospedajes boutique. Ciudad del Cabo es también una invitación al romance y la aventura.
Entre increíbles aguas de color turquesa y tupidas selvas tropicales, las Islas Fiji se han convertido en una de las joyas más buscadas por los recién casados. Las villas frente al mar, con piscinas infinitas y rituales de bienvenida, fusionan lujo y cultura local.
Bucear entre mantarrayas, pasear por playas casi desiertas o participar en una ceremonia tradicional de unión convierten la estancia en algo más que un viaje: una celebración del amor. En Fiji, el mar marca el pulso y cada amanecer parece prometer un nuevo comienzo.