OPINIÓN

Síndrome de la diva

Eduardo Caccia EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Hay errores que marcan vidas. Una amiga, que llamaré Viviana, tuvo una cirugía (estética) de abdomen en 1995; se la hizo su padrastro, un afamado cirujano plástico. En los días y semanas posteriores experimentó fiebre, debilidad, agotamiento continuo. Sin entender la causa de sus malestares, el médico le controlaba los síntomas. Los problemas aumentaron: dolor articular, confusión mental, olvidos. Se sometió a múltiples estudios, que no revelaron el origen de sus dolencias, para entonces crecientes. Por años coleccionó recetas médicas inútiles y diagnósticos descabellados.