CULTURA
Su sistema tiene eco
Luis López
Monterrey, México (06 septiembre 2015) .-00:00 hrs
Hay compositores que se distinguen por explorar los extremos del rango sonoro, mientras otros, como Julián Carrillo, usan un "microscopio musical" para encontrar los universos sonoros entre dos notas juntas.
A casi 50 años de su fallecimiento, que se cumplen el miércoles 9 de septiembre, el compositor potosino, padre del sistema musical Sonido 13, es uno de los pioneros internacionales del estudio de los microtonos.
Su obra, que exige a los intérpretes un alto grado de afinación, sigue siendo un referente a nivel mundial en compositores ávidos de sobrepasar los límites del sistema tradicional.
MITOS Y VERDADES DEL SONIDO 13
Existen múltiples mitos en torno a la vida y obra del compositor nacido el 28 de enero de 1875 en Ahualulco, San Luis Potosí; por ejemplo, comúnmente se cree que el Sonido 13 es una invención suya, indica el etnomusicólogo Alejandro Madrid.
"El Sonido 13 en realidad no es un invento de Carrillo, lo que hace él es descubrir que hay más sonidos que los 12 que normalmente se usan", explica.
El sistema musical tradicional, que comprende la mayoría de la música occidental compuesta a partir del siglo 16, utiliza un total de 12 notas distintas, que pueden identificarse en el teclado de un piano. El intervalo entre dos notas seguidas se denomina medio tono.
Con sus investigaciones, el músico potosino descubrió que es posible hacer divisiones más allá del medio tono, pudiendo interpretar tercios, cuartos y dieciseisavos de tono, entre otras posibilidades, indica Madrid, profesor de la Universidad de Cornell, Estados Unidos.
"Me imagino que la gente que la escuchó por primera vez debe haber dicho 'esto suena muy raro'", dice.
"Cuando uno lee las reseñas de la época, uno encuentra que la gente decía 'esto suena como la música del universo, de los planetas'".
Carrillo, quien se formó en el Conservatorio Nacional de Música, no fue el primer músico en utilizar los microtonos, pues otros compositores en Europa ya habían hecho experimentos con diferentes divisiones sonoras, como tercios y cuartos de tono.
No obstante, él fue uno de los primeros en hacer tratados y sistemas de escritura especialmente para este tipo de música, señala el académico.
Se cuenta que en julio de 1895, Carrillo descubrió los microtonos al realizar un experimento con un violín en el que, con el filo de una navaja, presionó la cuerda en distintas alturas muy cercanas una de la otra, logrando tocar 16 diferentes frecuencias musicales entre dos notas.
Sin embargo, este episodio no ha sido verificado, pues sólo se sabe de él por medio de escritos anecdóticos de Carrillo, señala el experto, autor del libro In search of Julián Carrillo and Sonido 13, publicado este año por Oxford University Press.
"Si uno lee las diferentes versiones de esa historia, cómo la cuenta él a diferentes personas en diferentes momentos de su vida, uno va encontrando contradicciones, y es evidente que no hay una documentación de este experimento", señala.
Una de sus obras más famosas, el "Preludio a Colón", de 1924, es también una de sus primeras piezas microtonales, añade Madrid.
Está escrita para voz, violines, viola y violonchelo, así como tres instrumentos construidos especialmente para la ejecución musical microtonal: flauta, guitarra y arpa.
"Es a partir de esa obra que el Sonido 13 de Julián Carrillo se vuelve una realidad", expresa Madrid.
El trabajo de Carrillo, indica, se volvió un referente internacional a partir de 1958, año en que viaja a la Exposición Universal de Bruselas, donde ofrece presentaciones musicales y muestra los pianos elaborados para su obra.
LA EJECUCIÓN DE SU MÚSICA
Al estar escrita en un sistema diferente y requerir en muchos casos de instrumentos especiales, la obra de Carrillo no es fácil de interpretar, indica Lupino Caballero, guitarrista y compositor de música microtonal.
"Por ejemplo, en las obras que escribió para coro o para instrumentos de cuerdas sin trastes, el reto ahí es la afinación, porque son escalas a las que no estamos acostumbrados y el entrenamiento auditivo en las escuelas generalmente no se enfoca en eso", señala el músico.
"Por otro lado, hay instrumentos que no requieren de tanto oído, como sus pianos y guitarras construidos para su música, pero lo difícil ahí es, además de conseguirlo, readaptar el estilo de tocar para este instrumento".
El compositor escribió su obra microtonal en un sistema musical con números que indicaban la distancia de cada sonido a la nota "do". Sin embargo, más adelante tradujo muchas de sus piezas al pentagrama tradicional, con indicaciones gráficas especiales.
Por su valor innovador, la obra de Carrillo que más ha trascendido es la escrita en Sonido 13. Sin embargo, antes de su trabajo microtonal, el compositor escribió sinfonías y conciertos en el sistema tonal tradicional.
Entre estas obras están sus canciones de arte, que tienen guiños de música romántica europea, aunque con un estilo original, señala la soprano Cecilia Montemayor, quien ha interpretado y grabado algunas de estas piezas.
"Las canciones de Carrillo son difíciles, no son para principiantes, porque requieren de una técnica ya sólida en el manejo de frases largas", indica la cantante, quien actualmente investiga la canción de arte en México.
CARRILLO HOY
Tanto por su obra artística como por su investigación acústica, el compositor potosino merece el mismo reconocimiento que otras figuras emblemáticas de la música mexicana como Moncayo y Revueltas, afirma Caballero.
Sin embargo, las autoridades culturales no han dado suficiente atención a la publicación de partituras e investigaciones sobre la vida y obra de Carrillo, indica el músico chihuahuense, quien participó este año en el Verano Sonido 13, organizado por Conarte.
El acervo del compositor, a cargo de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, sigue en proceso de catalogación, señala el guitarrista.
"Ojalá que ya salga a la luz el acervo para que los músicos actuales ya lo podamos juzgar por nuestra propia cuenta y directo desde el papel", detalla.
"Sólo así se van a ir desmitificando las cosas que se fueron por otro lado y se van a ir asentando las realidades importantes en torno a la figura de Carrillo".
A casi 50 años de su fallecimiento, que se cumplen el miércoles 9 de septiembre, el compositor potosino, padre del sistema musical Sonido 13, es uno de los pioneros internacionales del estudio de los microtonos.
Su obra, que exige a los intérpretes un alto grado de afinación, sigue siendo un referente a nivel mundial en compositores ávidos de sobrepasar los límites del sistema tradicional.
MITOS Y VERDADES DEL SONIDO 13
Existen múltiples mitos en torno a la vida y obra del compositor nacido el 28 de enero de 1875 en Ahualulco, San Luis Potosí; por ejemplo, comúnmente se cree que el Sonido 13 es una invención suya, indica el etnomusicólogo Alejandro Madrid.
"El Sonido 13 en realidad no es un invento de Carrillo, lo que hace él es descubrir que hay más sonidos que los 12 que normalmente se usan", explica.
El sistema musical tradicional, que comprende la mayoría de la música occidental compuesta a partir del siglo 16, utiliza un total de 12 notas distintas, que pueden identificarse en el teclado de un piano. El intervalo entre dos notas seguidas se denomina medio tono.
Con sus investigaciones, el músico potosino descubrió que es posible hacer divisiones más allá del medio tono, pudiendo interpretar tercios, cuartos y dieciseisavos de tono, entre otras posibilidades, indica Madrid, profesor de la Universidad de Cornell, Estados Unidos.
"Me imagino que la gente que la escuchó por primera vez debe haber dicho 'esto suena muy raro'", dice.
"Cuando uno lee las reseñas de la época, uno encuentra que la gente decía 'esto suena como la música del universo, de los planetas'".
Carrillo, quien se formó en el Conservatorio Nacional de Música, no fue el primer músico en utilizar los microtonos, pues otros compositores en Europa ya habían hecho experimentos con diferentes divisiones sonoras, como tercios y cuartos de tono.
No obstante, él fue uno de los primeros en hacer tratados y sistemas de escritura especialmente para este tipo de música, señala el académico.
Se cuenta que en julio de 1895, Carrillo descubrió los microtonos al realizar un experimento con un violín en el que, con el filo de una navaja, presionó la cuerda en distintas alturas muy cercanas una de la otra, logrando tocar 16 diferentes frecuencias musicales entre dos notas.
Sin embargo, este episodio no ha sido verificado, pues sólo se sabe de él por medio de escritos anecdóticos de Carrillo, señala el experto, autor del libro In search of Julián Carrillo and Sonido 13, publicado este año por Oxford University Press.
"Si uno lee las diferentes versiones de esa historia, cómo la cuenta él a diferentes personas en diferentes momentos de su vida, uno va encontrando contradicciones, y es evidente que no hay una documentación de este experimento", señala.
Una de sus obras más famosas, el "Preludio a Colón", de 1924, es también una de sus primeras piezas microtonales, añade Madrid.
Está escrita para voz, violines, viola y violonchelo, así como tres instrumentos construidos especialmente para la ejecución musical microtonal: flauta, guitarra y arpa.
"Es a partir de esa obra que el Sonido 13 de Julián Carrillo se vuelve una realidad", expresa Madrid.
El trabajo de Carrillo, indica, se volvió un referente internacional a partir de 1958, año en que viaja a la Exposición Universal de Bruselas, donde ofrece presentaciones musicales y muestra los pianos elaborados para su obra.
LA EJECUCIÓN DE SU MÚSICA
Al estar escrita en un sistema diferente y requerir en muchos casos de instrumentos especiales, la obra de Carrillo no es fácil de interpretar, indica Lupino Caballero, guitarrista y compositor de música microtonal.
"Por ejemplo, en las obras que escribió para coro o para instrumentos de cuerdas sin trastes, el reto ahí es la afinación, porque son escalas a las que no estamos acostumbrados y el entrenamiento auditivo en las escuelas generalmente no se enfoca en eso", señala el músico.
"Por otro lado, hay instrumentos que no requieren de tanto oído, como sus pianos y guitarras construidos para su música, pero lo difícil ahí es, además de conseguirlo, readaptar el estilo de tocar para este instrumento".
El compositor escribió su obra microtonal en un sistema musical con números que indicaban la distancia de cada sonido a la nota "do". Sin embargo, más adelante tradujo muchas de sus piezas al pentagrama tradicional, con indicaciones gráficas especiales.
Por su valor innovador, la obra de Carrillo que más ha trascendido es la escrita en Sonido 13. Sin embargo, antes de su trabajo microtonal, el compositor escribió sinfonías y conciertos en el sistema tonal tradicional.
Entre estas obras están sus canciones de arte, que tienen guiños de música romántica europea, aunque con un estilo original, señala la soprano Cecilia Montemayor, quien ha interpretado y grabado algunas de estas piezas.
"Las canciones de Carrillo son difíciles, no son para principiantes, porque requieren de una técnica ya sólida en el manejo de frases largas", indica la cantante, quien actualmente investiga la canción de arte en México.
CARRILLO HOY
Tanto por su obra artística como por su investigación acústica, el compositor potosino merece el mismo reconocimiento que otras figuras emblemáticas de la música mexicana como Moncayo y Revueltas, afirma Caballero.
Sin embargo, las autoridades culturales no han dado suficiente atención a la publicación de partituras e investigaciones sobre la vida y obra de Carrillo, indica el músico chihuahuense, quien participó este año en el Verano Sonido 13, organizado por Conarte.
El acervo del compositor, a cargo de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, sigue en proceso de catalogación, señala el guitarrista.
"Ojalá que ya salga a la luz el acervo para que los músicos actuales ya lo podamos juzgar por nuestra propia cuenta y directo desde el papel", detalla.
"Sólo así se van a ir desmitificando las cosas que se fueron por otro lado y se van a ir asentando las realidades importantes en torno a la figura de Carrillo".
