La libertad de expresión debemos defenderla todas y todos, sin importar si estoy en el poder, si soy de oposición o si soy una ciudadana cualquiera. Por lustros he defendido la libertad de expresión no sólo participando a nivel académico, de investigación y con activismo, sino también ante tribunales representando a periodistas y medios de comunicación que han sido demandados por difundir asuntos de interés público que agravian a personas del poder político y económico. "La verdad no peca, pero sí incomoda".