OPINIÓN

Procesar la inmensa montaña de casos de violencia y muerte acumulados en los últimos años requiere mecanismos extraordinarios

Un punto de inflexión

Carmen Aristegui F. EN REFORMA

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El desafío lanzado esta semana, por un pequeño grupo de mujeres que tomaron las instalaciones de la CNDH y decidieron intervenir y caricaturizar cuadros y pinturas con imágenes de héroes nacionales, es profundo y toca -o debería tocar- las fibras más sensibles de una sociedad que, en lo general, se ha mostrado impávida ante el horror y la inmensa montaña de casos de violencia y muerte acumulados en los últimos años.