OPINIÓN

¿Y la no primera dama?

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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A pesar de que era tímida, de bajo perfil, discreta, de que odiaba los reflectores, todavía veo a la que fuera primera dama, esposa del ex presidente Ernesto Zedillo, caminando entre los escombros que había dejado el huracán Paulina, categoría cuatro, en Acapulco. Era evidente que el ejemplo de Nilda Patricia no hacía más que estimular a otras primeras damas de gobernadores y presidentes municipales y esposas de ricos empresarios para recaudar fondos y distribuir despensas en las zonas más afectadas de Guerrero.