OPINIÓN

Agosto en París

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

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Hacía mucho tiempo que Sofía no había visto París tan vacío de gente, de tráfico y del típico ajetreo de cualquier ciudad cosmopolita, incluso, en tanto caminaba por las calles del Barrio Latino, miraba sorprendida muchas boutiques y restaurantes con las cortinas cerradas. "En este país tan democrático, todo el mundo tiene derecho a vacaciones, seguro social y jubilación", le comentó a su maridonovioamante quien se encontraba muy ocupado con su celular descifrando el mapa de las calles parisinas. Hacia una semana que habían llegado a la Ciudad Luz, lapso en el cual, ya habían ido a museos, habían visto dos películas espléndidas: una coreana y una italiana; habían disfrutado de la comida vietnamita, italiana, china, libanesa y por supuesto, francesa, además de haber visitado las terrazas de café más frescas posibles para tolerar una temperatura de casi 38 grados.