OPINIÓN

Contra la máquina

Juan Villoro EN REFORMA

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De 1981 a 1984 viví en Berlín Oriental. La Guerra Fría pasaba por uno de sus periodos más candentes. La Unión Soviética había emplazado cerca de 400 cohetes SS-20 hacia Occidente; Ronald Reagan habló del "Imperio del Mal" y apoyó la instalación de cohetes Pershing II en suelo alemán que podían alcanzar Moscú en unos minutos. En 1983 Hollywood contribuyó a la paranoia con la película El día después y alteró nuestro inconsciente. De noche, soñábamos con las densas llamas del estallido nuclear. Esa época fue apropiadamente descrita como "el equilibrio del espanto".