El viernes pasado, la Alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, autorizó la intervención de una fiesta clandestina en el Salón de Fiestas Unión y Concordia, en la Colonia Barrio de Guerrero. Ese día, la Base Diana comenzó a recibir llamadas de vecinos quejándose del ruido. Agentes de Protección Civil y Policía Auxiliar Orión acudieron al lugar para encontrarse - -según fuentes oficiales- - con alrededor de 800 menores de edad (algunos de ellos intoxicados). Se pidió apoyo y se disolvió el festejo, sólo con una detención (el propietario del lugar), y se inició una investigación por la venta de alcohol y corrupción de menores. Desde que asumió la actual Alcaldesa, se han clausurado tres fiestas ilegales. En el 2024, se interrumpió una en el Centro Histórico y otra en la Colonia Tránsito. Obviamente, esto no sucede solamente en la Cuauhtémoc: en abril, el programa Escudo Coyoacán suspendió otra fiesta clandestina en un gimnasio dedicado a actividades de zumba y fitness, ubicado en la Calle Mayas, en los límites de las colonias Ajusco y Pedregal de Santo Domingo.