OPINIÓN

Joe y Kamala

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

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"We did it, we did it, Joe. You're going to be the next President of the United States... (Lo hemos conseguido, Joe!)", decía Kamala Harris desde su celular, muerta de la risa, vestida con su jogging suit y anteojos negros, mientras se acomodaba los mechones de pelo que le caían sobre la frente. Estaba feliz, se escuchaba feliz, y sin importarle que algún deportista pudiera haberla descubierto, esa mañana, entre los árboles, hablaba con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, como si se hubiera tratado de su "cuate" de toda la vida, de su "cuaderno", de su "brother", pero sobre todo de su socio. Así es ella, a sus 55 años, así de espontánea, de fresca y de auténtica. Ahora, como la primera vicepresidenta negra de Estados Unidos, se ha convertido en un verdadero ejemplo para millones de mujeres en todo el mundo, especialmente para las niñas afroamericanas. No hay duda, Kamala logró romper el "techo de cristal", lo hizo añicos, hecho polvo. Lo logró, porque junto con su jefe, su pareja de fórmula y su flamante Presidente, Joe Biden: "lo que no podía ofrecer por sí mismo, lo que un hombre blanco de 78 años nunca podría proporcionar: un cambio generacional, una nueva perspectiva y la encarnación de la diversidad de Estados Unidos, por todo ello, necesitaba a la senadora Harris" como afirma la revista Time, en cuya espléndida portada a todo color, aparece esta maravillosa pareja: Joe Biden y Kamala Harris, merecedores este año, como lo ha hecho la publicación desde 1927, por pertenecer al grupo de personas que más han influenciado al mundo y "por cambiar la historia de América". Y claro, por haber derrotado totalmente al "hombre naranja", Donald Trump, tóxico, como ningún ser humano, además de haber sido el peor presidente de Estados Unidos y el peor ejemplo para las nuevas generaciones. Como bien dice el editor en jefe de Time, Edward Felsenthal, Biden logró imponerse en unos comicios sumamente complejos, porque: "mostró que las fuerzas de la empatía son mayores que las furias de la división y una visión de curación en un mundo en duelo".