OPINIÓN

La distracción sucesoria

Carlos Bravo Regidor EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Una sombra se posa sobre México: la sombra del 2024. Todas las fuerzas de la vieja y la nueva política se están uniendo en una ansiosa cruzada para alimentar esa sombra: el Presidente y la alianza opositora; Sheinbaum, Ebrard y Adán Augusto; los medios de comunicación y la comentocracia; los radicales de la cuarta transformación y los polizontes del obradorismo. ¿Queda algún tema que no haya sido canibalizado por las especulaciones sucesorias? ¿Qué actores o qué grupos políticos no están midiendo fuerzas, haciendo cuentas y acomodando sus fichas con la mirada puesta en la próxima elección presidencial? De este hecho se desprenden dos advertencias. Una es que el proceso sucesorio opera ya como poderosísimo centro de gravedad en torno al cual gira con cada vez más fuerza la vida pública. La otra es que ya es hora de que la ciudadanía se rebele contra ese infeliz espectáculo que en nada la beneficia, que oponga a la distracción sucesoria una exigencia de responsabilidad y resultados.