OPINIÓN

Los incómodos libros

Alma Delia Murillo EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Estaba aquí sentada, tratando de contar cómo fue que los libros me salvaron de las oscuras fauces de aquella vecindad donde crecí, cuando llamaron a la puerta. Abrí sin ganas, soy celosísima de mi soledad y mi silencio. Era la vecina del departamento de arriba -hola, niña- debe tener como setecientos años si yo le parezco una niña, y me entregó un plato cubierto con una preciosa servilleta bordada. -Discúlpame por el ruido, ya terminamos de remodelar la cocina. Su cocina está sobre la mía pero al revés, vivo en uno de esos departamentos palíndromo de la clase media donde tu vecino de arriba tiene la misma distribución pero en sentido contrario.