OPINIÓN

Peje privatizador

Denise Dresser EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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En este gobierno, los mexicanos perdimos los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional. ¿Recuerdan la sensación de contemplarlos? Pararse ahí, escudriñando cada detalle, explicándoles a los hijos la historia de México, cara por cara? La emoción, el embelesamiento, el amor con el cual uno veía la historia plasmada con el pincel. Al menos para mí, era parte de la rutina familiar, cada par de meses, comenzando por las enchiladas suizas en el Sanborns de los Azulejos, pasando por un chocolate al Café Tacuba, terminando el recorrido en la escalinata del Palacio, mirando el dolor de la conquista, el orgullo de la Independencia, el fragor de la Revolución. El patrimonio compartido, concurrido, visible, y nuestro, ahora privatizado por un Presidente que prometía acabar con los privilegios, pero también se los apropió.