OPINIÓN

Ante la evidencia del engaño a que han sido sometidos, buena parte de ellos se reafirmará en sus convicciones

Política-emoción

Jorge Volpi EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Uno de los monstruos producidos por los sueños de la razón es aquel que nos hizo creer que somos criaturas racionales y que la mayor parte de nuestros actos responde a una minuciosa evaluación de la realidad. Tras una larga lista de desengaños, hoy sabemos que no es así: de un lado, la mayor parte de nuestras decisiones cotidianas las toma nuestro cerebro rápido -para usar la denominación del Premio Nobel Daniel Kahneman-, es decir, aquella parte de nuestra mente que, para sobrevivir, impulsa una respuesta inmediata a los desafíos del exterior. La arquitectura en paralelo de nuestro cerebro nos permite comparar velozmente las experiencias pasadas con las presentes a fin de reaccionar a los nuevos desafíos del ambiente. Si en vez de ello nuestro cerebro lento se demorara en analizar cada nuevo escenario, lo más probable es que hace mucho nos habríamos extinguido.