OPINIÓN

Por desgracia, ese oropel es lo único que queda para ilustrar los "grandes eventos nacionales"

Reconquistas

Jorge Volpi EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Una pirámide de cartón-piedra que se ilumina como un juguete infantil o un arbolito de Navidad. Antes de mofarnos del empeño, estemos conscientes de que los historiadores del futuro -los que de seguro criticarán los festejos oficiales de los 600 años de la toma de México-Tenochtitlan- verán las imágenes o los videos de nuestras conmemoraciones con la misma mezcla de sorpresa, horror y hasta ternura con que nosotros miramos la pirámide hechiza erigida en el Estadio Nacional en 1930 para acentuar la gloria -y la continuidad histórica- de la Revolución Mexicana.