Desde el anuncio del Plan Estratégico de Pemex -que plantea reducir deuda, racionalizar inversiones, enfocarse en proyectos rentables y aplicar mayor disciplina financiera- las principales agencias de calificación de riesgo han mostrado una actividad inusualmente alta. Esto sugiere que están reevaluando el perfil crediticio de la empresa ante un posible cambio estructural en su desempeño, lo que eventualmente podría incidir en la calificación soberana de México.