OPINIÓN

Uñas negras

Alma Delia Murillo EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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El calor quema sobre nuestras cabezas, estamos a 36 grados. La gente se queda dormida en las bancas del jardín principal, yo entro a la iglesia del Cristo negro y me siento junto a la entrada. Coloco las manos sobre las rodillas y miro mis uñas, están negras como el Cristo, es la tierra que se quedó en ellas a pesar de que usé guantes. Me noto un temblor en los brazos por el esfuerzo de levantar la tierra con la pala para músculos que no están acostumbrados a ese trabajo, me noto el corazón desencajado. Vengo de estar con las madres buscadoras de Salamanca y ahora mismo soy incapaz de pensar nada.