OPINIÓN

La casa

Juan Villoro EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
En ocasiones ser genio no basta. Para consagrar la primavera se necesita ser ruso y para reinventar el hielo ser caribeño. Desde su frase inicial, Cien años de soledad revela que la magia no proviene de lo sobrenatural sino de la manera de mirar la realidad. Quien conoce los agobios del calor sabe que el hielo es un prodigio.