OPINIÓN

Priismo permanente

Denise Dresser EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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"El rey ha muerto; larga vida al rey" es la proclamación habitual con la que se anuncia la muerte de un monarca y el ascenso al trono de su sucesor. Hoy, después de la jornada electoral, muchos celebrarán la muerte del PRI, como si en realidad hubiera ocurrido. Expedirán un certificado de defunción, y llevarán a cabo múltiples autopsias para explicar los motivos del fallecimiento. Pero quienes se aprestan a celebrar el deceso del PRI y la coronación de Morena se equivocan. El priismo sigue vivo y parecería que su presencia en la vida del país será permanente. El pequeño priista que tantos llevan dentro solo ha cambiado de piel, de discurso y de partido. En la forma de concebir la política, conseguir los votos, ejercer el poder e intentar hegemonizarlo, Morena demuestra su ADN. Y es genéticamente priista.