20 años

El siglo XXI empezó el 11 de septiembre del 2001. La mañana en la que el mundo vio atónito los atentados terroristas más planeados y estremecedores de la historia. Tanto que Susan Sontag polemizó al llamar valientes a quienes los ejecutaron. Esa mañana, en la era previa a las redes sociales, el mundo se solidarizó con Nueva York y con el pueblo estadounidense. Y cómo no. El atentado evidenció en televisión que cualquier persona podía ser un objetivo del terrorismo, que las icónicas torres del arquitecto Minoru Yamasaki, construidas para durar siglos, caerían en cuestión de minutos y que la súper potencia global era vulnerable. Las consecuencias de esos atentados persisten dos décadas después.